En 1993 se produjo una reducción de la tasa de crecimiento de la actividad económica nacional respecto de la observada el año anterior, lo cual fue resultado de factores de orden político financiero que influyeron en la coyuntura económica, así como la persistencia de los problemas de carácter estructural que continuaron manifestándose intensamente; en menor grado, por la desaceleración mostrada por las economías de los principales socios comerciales del país. En el orden político destaca la incertidumbre generada por los acontecimientos que se iniciaron el 25 de mayo de 1993 - ya de todos conocida- los que se manifestaron durante todo el resto del año, con sus efectos desfavorables sobre las expectativas de los agentes económicos, los que aunado al recrudecimiento de la inseguridad civil, propiciaron un debilitamiento de las finanzas públicas y de la actividad económica en general. Por su parte, la evolución de la economía internacional, de acuerdo a estimaciones de las Naciones Unidas, mostró un crecimiento de 1.0